“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

sábado, 31 de diciembre de 2011

Mis canciones, libros y películas del 2011

Mis libros, canciones y películas de este año... los únicos que me han ayudado a evadirme y a soñar un poquito (bastante).

CANCIONES, GRUPOS Y ARTISTAS:

  1. La Oreja de Van Gogh, mi grupo preferido, por supuesto, que ha tenido un año estrella. Gracias por ese "Cometas por el cielo", por hacerme soñar, por anestesiarme en los momentos de dolor con vuestra música. Paloma Blanca y Mi calle es Nueva York siempre irán conmigo, sin menospreciar a La Niña que llora en tus fiestas y muchísimas más.
  2. Alex Ubago. Sí, porque soy una romántica empedernida, y no lo puedo evitar. "Si preguntan por mí, no les digas donde fui...". Inolvidable, aunque no sea de este año.
  3. Queen. Grupo archiconocido, unos de los grandes de la música. The show must go on, siempre conmigo. Sin olvidar Don´t stop me now, por supuesto, que me ha animado siempre, así como Crazy litttle thing called love.
  4. Amaral, porque yo también he ido hacia lo salvaje de un tiempo a esta parte.
  5. Lidia Guevara, porque he aprendido a echar de más... también de menos.
  6. La banda sonora de Moulin Rouge: Come what may, One day I´ll flay awat, Your song... sentimientos a flor de piel y volumen al máximo en el mp4.
  7.  Maldita Nerea, porque Te hablaré, porque no podíamos ser agua, por el secreto de las tortugas...
  8. Los clásicos: Chopin con la Gota de agua preludio no. 28, Tchaikovsky con la suite de El lago de los cisnes y Pachelbel con su Canon en D mayor.
  9.  Mi queridísimo James Blunt, que me ha secado las lágrimas en más de una ocasión en noches melancólicas... Goodbye my lover, 1973, If time is all I have...
  10. Todas aquellas canciones antiguas y un tanto relegadas al olvido -horteras, en muchas ocasiones- que me han inyectado adrenalina en los momentos más tristes: Cartoon heroes de Aqua, las rumbas de la feria del mediodía y confieso que alguna que otra copla. Sin olvidar, por supuesto, a Robbie Williams, Fito y Fitipaldis, la banda sonora de A walk to remember...

PELÍCULAS:
  1. Un paseo para recordar. La película con la que más he llorado en toda mi vida. Inolvidable, sencillamente inolvidable.
  2. El diario de Noah. Otro clásico para ver miles de veces...
  3. Enredados, porque ¿quién dijo que los dibujos animados son sólo para niños pequeños?
  4. V de Vendetta, porque la señora justicia se está tomando unas vacaciones demasiado largas... muy a nuestro pesar.
  5. Brokeback Mountain, porque el amor no entiende de sexos ni de condiciones sociales... nace y se queda con nosotros para siempre.
  6. El capitán América, por aquella tarde de agosto en el cine con amigos.
  7. Tristán e Isolda... porque, sencillamente, es bonita.
  8. Cisne Negro, porque a veces podemos llegar a convertirnos en nuestro peor enemigo.
  9. Revolutionary Road, porque sin ser un gran filme, me ha enseñado que la vida es demasiado corta como para vivirla anclados en la rutina.
  10. Romeo y Julieta (1968), porque a una romántica-pastelosa como yo una película así nunca la deja indiferente.

LIBROS:
  1. El diario de Ana Frank, porque nunca un testimonio ha sido tan sincero, fiel a la realidad y útil para la humanidad.
  2. Nada, de Carmen Laforet, porque a veces en las vidas más tormentosas... nada es la clave de todo.
  3. El coronel no tiene quién le escriba, de Gabriel García Márquez, porque siempre habrá un momento de nuestra vida en el que saborearemos las sombras del pasado, los reflejos del ayer que hoy nos sumen en la oscuridad.
  4. Beatriz y los cuerpos celestes, de Lucía Etxebarría, porque a veces es necesario viajar al interior de nuestras almas en los momentos de soledad y encontrarnos con nosotros mismos.
  5. Pasión India, de Javier Moro, mi última lectura de este año, porque yo también soñé al leerlo con ser esa princesa de Kapurthala rodeada de sedas... y frivolidad.
  6. Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, porque aún sin haberme gustado demasiado, no puedo dejarlo en el olvido.
  7. Irlanda, de Espido Freire, porque no hay sentimiento más dañino que la envidia.
  8. El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, un viaje por la historia de la filosofía apasionante.




Vete... y no vuelvas

Quedan escasas horas para despedir al 2011, un año fatídico para muchas personas... y para mí también. Los que me conocen saben que soy un tanto pesimista, pero en esta ocasión no exagero: ha sido el peor año de mi vida, y con diferencia. En este año he vivido malas experiencias, y la vida me ha dado golpes muy duros que he tratado de afrontar con la mayor entereza posible. El tiempo dirá si lo he conseguido o no.

Me he enfrentado a una clase desastrosa, he tenido que soportar la enfermedad y la muerte de mi abuela, la enfermedad de mi tío y los problemas económicos en casa, entre otras cosas. En muchísimas ocasiones me he sentido perdida, sin saber qué camino tomar, qué hacer o qué decir. Me he sentido paralizada, sin fuerzas para continuar ante la desgracia. Pero si realmente hay algo positivo de todo esto, es que he aprendido a valorar con creces los escasos buenos momentos que la vida nos regala, a diferenciar las cosas insignificantes de los problemas que realmente merecen nuestra preocupación. La tristeza se hace presente en nuestro camino, y a veces es imposible esquivarla, pero hay que aprender a vivir con ella en los momentos difíciles, porque no nos podemos hundir.




Yo no me rindo, lo tengo muy claro. Siempre me he repetido a mí misma que en esta vida hay que seguir adelante pase lo que pase. Agradezco infinitamente a las personas que han estado conmigo en los momentos más difíciles su apoyo incondicional, que para mí vale millones. Gracias por cada abrazo, por cada palabra de ánimo, por cada mirada de comprensión incluso en aquellas ocasiones en las que no podíais ni imaginar lo mal que me sentía.

No olvido los escasos buenos momentos que he tenido este año: las buenas notas (que sangre, sudor y lágrimas me costaron, por cierto), las tardes en la playa, las quedadas en la Cabaña en verano, las risas en los recreos... Por supuesto que siempre atesoraré esos recuerdos en mi corazón, pase lo que pase. Somos el reflejo de lo que hemos visto y de lo que hemos vivido.



¿Qué le pido al futuro? Estoy confusa. Pero ahora sé que tengo que ser valiente, porque la vida no es para los cobardes. No necesito un 1 de enero para cambiar mi vida y ciertos aspectos de mi personalidad, pero aprovecharé la coyuntura, como tantas personas en el mundo, para comenzar a intentarlo.

Mi mayor deseo es que las personas a las que yo quiero estén bien, por encima de todo. 

2011, vete. Vete, y por lo que más quieras, no vuelvas. No vuelvas porque tu sólo recuerdo me produce escalofríos y hace que me den ganas de llorar. De llorar amargamente y anclarme al pasado... y tengo que continuar.

The show must go on. Siempre.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¡Cine! (II)

 


Cine. Luces de colores, melodías envolventes que acompañan cada escena, paisajes inolvidables, romances imposibles. Niños, jóvenes, ancianos. Lugares recónditos, aventuras sinfín, noches, días, lunas y soles. Vestidos elegantes, ropas andrajosas, tragedia, comedia, acción, misterio. Cine. Cine, palomitas en la mano, y un recuerdo en la retina... y en el corazón.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Feliz Navidad


Feliz Navidad. Feliz Navidad seas quien seas, estés donde estés. Feliz Navidad aunque no entiendas el significado de estas dos palabras, aunque en este momento de tu vida no te aporten nada. Feliz Navidad si eres niño, joven o anciano, si trabajas o mañana irás a sellar el paro, si lo perdiste todo o aún te quedan esperanzas, si crees en la magia o renuncias a ella. Feliz Navidad, aquí y allá. Feliz Navidad aunque te suene falso, aunque sea una frivolidad. Feliz Navidad porque aunque la gente necesite medio mes al año para ser mejores personas, menos es nada. Feliz Navidad porque existes, y tienes todo el derecho a soñar. Feliz Navidad.

martes, 13 de diciembre de 2011

Declaración de principios

En la vida habrá quien pretenda lastimarte, subestimarte, herirte. Tu tarea entonces consistirá en medir la importancia de esas palabras en función de la persona que las haya pronunciado. Inteligencia emocional, lo llaman. Yo prefiero llamarlo supervivencia pura y dura.

Sólo el esfuerzo, la dedicación y la constancia te harán llegar lejos, que no te engañen. Cualquier otra trampa o artificio es inútil, no tiene sentido. La vida es competitiva, y sólo los mejores logran llegar lejos. Ignora los consejos de personas conformistas que te animan a no exigirte tanto a tí mismo y relajarte. La vida no te espera y consume sus segundos rápidamente. Y puede que antes de que te des cuenta hayas consumido gran parte de ella deambulando, esbozando quimeras, abrazando ilusiones estúpidas.

El sufrimiento es inherente al ser humano y estará presente en tu camino, no lo dudes. Pero será entonces, y sólo entonces, cuando tu deberás desenfundar tu espada y herir impasiblemente a la desidia y la rendición. En las batallas realmente importantes se lucha con la cabeza fría y el corazón oprimido. Quizás, cuando pase el tiempo, te arrepientas de haber dado pasos en falso en muchas ocasiones, de haber cometido errores. ¿Y sabes qué? Que entonces... sólo entonces la inmensa satisfacción de haber peleado por lo que más quieres siendo fiel a tí mismo será lo único que consiga hacerte continuar, lo único que le dará sentido a tus desvelos e incertidumbres.




martes, 22 de noviembre de 2011

Modas

Ya no está de moda ser educado, ni responsable, ni amable. Ya no está de moda sonreír, ni tratar de superarse cada día -te arriesgas a la más pérfida y dañina envidia-. Ya no se lleva el respeto, ni la ambición sana, ni la sinceridad. 


Ahora se lleva la indiferencia, el pasotismo, la desidia. El afán de idiotez, la mentira tranquilizadora, esa que nos reconforta ciegamente ante la derrota. Está de moda la apariencia, el tanto tienes, tanto vales. Vistete de falsedad y orgullo cada mañana, y te adorarán. Mira por encima del hombro, sonríe con fingida simpatía a quienes repudias en la soledad, y no dudes que irás a la última.



Yo nunca fui de tendencias. El catálogo del siglo XXI me aburre sobremanera. Prefiero mi estilo de siempre, el correcto. El estilo de los buenos días, el por favor y las palabras de aliento en la tristeza. La moda antigua, a la vieja usanza. Una forma de ser sincera y alejada de materialismos, imperfecta pero natural. 

Y tú... ¿cómo te vestirás mañana?





Lugares por descubrir: Italia

Lo tengo claro. Si me pudieran conceder la oportunidad de viajar a cualquier parte del mundo, indicutiblemente eligiría viajar a Italia. Italia la romana, la renacentista, la de reminiscencias griegas, la culta, refinada y acogedora Italia. Hay quien dice que ciertas ciudades del país son macro obras de arte. Y no por nada, están repletas de conocidísimos edificios, esculturas y pinturas. Es la cuna del arte propiamente dicho, tal y como hoy lo conocemos.
El Panteón de Agripa, el Coliseo, la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina, la Fontana di Trevi... ¡son tantos los lugares que me gustaría visitar! 



Coger una cámara de fotos, unas gafas de sol y recorrer los lugares de Roma y Venecia. Estudiar los estilos arquitectónicos de las columnas de los edificios, mezclar mi castellano desgastado con un dialecto italiano veloz y  contundente. Imaginar a los grandes artistas de todos los tiempos afanados en la construcción de los templos, las esculturas, los relieves. Sentir la perfección más absoluta reflejada en el David de Miguel Ángel. Suspirar desde el Ponte Milvio y aislarme de esta sociedad de principios endebles y adentrarme en lo misterioso, pasear por los pasillos de la historia, de la pintura y la música. 

Y si algún día lo consigo, que no me busquen. Porque quizás yo ya haya encontrado allí mi lugar.





viernes, 18 de noviembre de 2011

This is what I want

A menudo nos cuesta demasiado trabajo decidir qué queremos hacer en nuestra vida, cuáles son los objetivos que realmente perseguimos. Y es extraño que, una vez tomada la decisión final, la sombra de la duda seguirá acompañándonos siempre. ¿Nos estaremos equivocando? ¿Lo estaremos haciendo bien? ¿Qué hubiese sucedido si me hubiera decantado por otra opción?
No es fácil comenzar a encaminar nuestra vida por un sector profesional u otro. Tengo la firme convicción de que las personas que trabajan únicamente para conseguir dinero realmente no son felices. Y ojo, me refiero a las personas que han tenido la oportunidad -el privilegio, en muchos casos- de elegir libremente qué estudiar, no a aquellas otras que por circunstancias de la vida se han visto obligados a desempeñar un trabajo completamente diferente a aquel con el que un día soñaron.
Inmersa en mis estudios de segundo de Bachillerato, me dispongo a decidir qué voy a estudiar. Y es ahora precisamente cuando la idea de estudiar Traducción e Interpretación ronda mi mente. Sé que la carrera es difícil y que a día de hoy mi nivel de Inglés no es precisamente alto, pero quiero luchar por ello. Necesito hacerlo. La nota de corte que me exigen es muy elevada, no tengo dinero para irme a estudiar a otra ciudad y todo podría irse al traste en poco tiempo debido a mis circunstancias personales. Es por ello que comencé a descartar esta opción y hacer que mi cerebro pulsara el botón de reinicio para comenzar a barajar otras diferentes. Y entonces, sucedió algo inesperado. Leí su blog. Una estudiante de TeI que compagina sus estudios con su pasión por el ballet. Escribe con tanta entrega... con la firme convicción de que le gusta lo que está haciendo. Se esfuerza, y obtiene los resultados. Ella me animó a través de un comentario a luchar por estudiar esta carrera, y me ha aportado la fuerza necesaria para intentarlo al menos. Queda aún mucho tiempo para saber si esta entrada de blog quedará relegada al olvido o si el día en que fue escrita marcó el inicio del largo camino por recorrer que me espera. 
Lo que si sé es que disfruto solucionando los problemas de comunicación entre personas de culturas, contextos y circunstancias personales diferentes. Siento una inmensa curiosidad por conocer idiomas distintos, por enriquecerme con la historia de diversos pueblos y civilizaciones que aún hoy necesitan de una persona cualificada para entenderse. No tengo el FIRST ni el DELF, es cierto. Ni siquiera tengo el PET. Pero tengo muchas ganas de trabajar, de esforzarme y de luchar por esto. Y si eso no bastara, siempre me quedará la firme convicción de haberlo intentarlo hasta el final. Because I can do it. I want to do it. Because I need it. And I´ll do my best because this is what I really want.


domingo, 30 de octubre de 2011

Cosmos perfecto

El redondel de plata envejecida y  una estrella de cuarzo que dormita sobre el manto de terciopelo negro. Esferas coloreadas y chispeantes que veneran al Fuego creador, al astro rey, al todopoderoso Sol. Satélites, asteroides y galaxias que pululan a lo lejos, etéreos, presos de la gravedad. Y luego, en la parte superior, pequeños fragmentos de diamante que, cansado de su consistencia dura e incorruptible, estalló. Lágrimas que con su estela resplandeciente acogen deseos e ilusiones. 



sábado, 22 de octubre de 2011

Algunas cosas sobre mí

1.- No me gusta nada madrugar, pero sé que es necesario para aprovechar bien el día.
2.-Me encanta levantarme tarde los fines de semana.
3.- Una de mis mayores aficiones es navegar por internet. Me parece una fuente de información que, si se usa de forma correcta, puede llegar a ser muy, muy útil.
4.-Soy bastante ordenada, pero sin llegar a ser maniática.
5.-Tengo una memoria de pez-globo espantosa que en más de una ocasión me ha traído un problema...
6.-Me encanta el mar. No sé cómo podría vivir en una ciudad que no lo tuviera, porque es indispensable para mí.
7.-Me gusta muchísimo el cine. Mis películas favoritas son las románticas, pero jamás rechazaré una buena película de acción o misterio. Algunas películas españolas también me gustan, sobre todo las que están basadas en acontecimientos históricos o me hacen reflexionar. Adoro Titanic y Un paseo para recordar, Los puentes de Madison, La vida es Bella, El club de los poetas muertos, Moulin Rouge...
8.-La lectura es otra de mis pasiones. Me encantan los libros que mezclan fantasía y realidad, los que narran acciones cotidianas. Me gustan mucho los de Federico Moccia, Lucía Etxebarría, Elvira Lindo... Uno que me marcó especialmente fue el Diario de Ana Frank; duro pero inolvidable.
9.-Como a todo el mundo, me encanta la música. Crecí escuchando de todo un poco: The Dire Straits, The Beatles, Rod Stewart, Phil Collins, flamenco, ópera, clásica, copla, zarzuela y pop. Me considero incondicional de La Oreja de Van Gogh -sin caer en el más extremo fanatismo- y escucho con frecuencia a James Blunt, Amaral, Laura Pausini...
10.- Tengo un poco de claustrofobia.
11.-Si pudiera viajar a donde yo quisiera, al primer lugar al que iría sería a Italia, la cuna del Renacimiento. Londres también me atrae muchísimo.
12.- Me gusta mucho escribir. He compuesto varios poemas y gané dos años consecutivos el segundo premio del certamen literario de mi instituto. Tan sólo he escrito dos relatos, y me gustaría mucho escribir uno de misterio.
13.- Siento verdadera pasión por las bandas sonoras de películas. Entre mis favoritas está la de Moulin Rouge. Insuperable.
14.- Me encantan los idiomas. Empecé a estudiar inglés con cinco años y Francés con catorce. Me encantaría poder estudiarlos más a fondo y dominarlos. Me parece increíble el trabajo de los Intérpretes y Traductores, y reconozco que me gustaría convertirme en uno de ellos si tuviera un nivel base para estudiar la carrera.
15.- Soy adicta a las redes sociales: Tuenti, Facebook y Twitter. Eso sí, es necesario hacer buen uso de ellas y no publicar contenidos demasiado personales... ¡hay gente que se aprovecha de las vidas de los demás!
16.- Mi estación favorita es la primavera. No me gusta el frío.
17.- Soy un poco golosa.
18.- Tiendo a cantar en la ducha... al menos, allí nadie me oye :P
19.-Me encanta disfrazarme, creo que es una forma original de adquirir la personalidad de nuestros personajes ficticios favoritos. Cambiar de vez en cuando no está mal ;)
 20.- Me gustan las series de televisión que tengan un buen trasfondo histórico. Aunque para muchos sea un simple culebrón, me encanta "La Señora". Creo que es una de las mejores series españolas que se han hecho en mucho tiempo. También sigo Águila Roja, República y Cuéntame.
21.-Soy extremadamente romántica. Todo lo relacionado con el amor, en todas sus vertientes, me atrae muchísimo.
22.- Tras esta fachada de chica fría, seria y responsable, se esconde una muchacha de diecisiete años (demasiado) sensible a la que le gusta mucho decir (y hacer) tonterías ocasionalmente y ayudar a los demás.
23.- Me cuesta mucho confiar en la gente. Para ello, necesito tiempo y demostraciones de cariño y amistad.
24.-Las dos cualidades que más valoro en una persona son la lealtad y la honestidad.
25.-No soporto a las personas falsas y envidiosas.
26.-La superficialidad está vetada para mí. Mira en el interior de los demás, y descubrirás miles de cosas.
27.-Soy un poco negativa. Quizás lo que me ocurre es que en muchas ocasiones he sido positiva, me he hecho ilusiones y me he estampado contra la realidad.
28.-Me gusta mucho seguir a vloggers de Youtube y también a gente que escribe sus Blogs personales.
29.-Reconozco que en Almería se vive muy bien, pero me apetece descubrir lugares nuevos.
30.-Mi mejor arma contra las personas que me hacen algo que me disgusta (premeditadamente) es la ironía. Aunque últimamente estoy aprendiendo que la ignorancia es la mejor actitud en estos casos.
31.-Dicen que soy demasiado madura para mi edad. No lo niego... Me ha tocado aprender a madurar y a tomar decisiones importantes demasiado pronto.
32.-La parte de una persona que más me gustan son los ojos. Siempre. Palabra.
33.- Mi vida sería mucho más feliz si pudiera levantarme una horita más tarde todos los días.
34.-Soy probablemente una de las personas más patosas que existen sobre la faz de la Tierra. Se me da fatal el deporte y los juegos en general...
35.- Me gusta la Navidad, pero creo que en los últimos años se ha ido desvirtuando muchísimo. Hemos olvidado el verdadero espíritu de esta celebración y el motivo por el que se hace. No entiendo a los ateos que la celebran. El consumismo, una vez más, mueve montañas.
36.-Uno de mis mayores placeres es leer artículos de Arturo Pérez Reverte.Me gusta su estilo claro y rotundo. Pocas bocas han hablado con tanta claridad sobre una realidad tan mezquina.
37.- Me encanta Elvira Lindo. De pequeña devoraba los libros de Manolito Gafotas (aún hoy lo hago) y leo sus artículos asiduamente.
38.-Me gusta cocinar de vez en cuando.
39.-Uno de mis mayores logros es aprender de mis errores, que no han sido pocos. Es una de las pocas cosas buenas que pueden sacarse de una mala experiencia.
40.-Cuando algo o alguien no me gusta, o se lo digo en persona con mucho tacto, o me callo. No me gusta hablar mal de los demás, como tampoco me gusta que lo hagan conmigo.
41.-Uno de los puntales básicos de mi personalidad es que no me gusta hablar de aquellas personas, cosas o situaciones que desconozco. Detesto a la gente que habla sin saber.
42.-Me gusta mucho leer citas famosas y tratar de aplicarlas a mi vida.
43.-Me encanta la estética vintage.
44.-Soy un poco cabezota, pero ante hechos obvios, reconozco que me he equivocado.
45.-Tengo mucho carácter, y estoy tratando de remediarlo. Es bueno distinguir los problemas insignificantes de los que son verdaderamente importantes.
46.-Tengo la firme convicción de que el amor mueve el mundo. Amor entre un hombre y una mujer, dos mujeres, dos hombres, una madre y su hijo, un abuelo y su nieto, amigos... El amor en todas sus vertientes es el arma más poderosa que podemos utilizar.
47.-Me encanta ayudar a quienes lo necesitan sin esperar nada a cambio.
48.-Creo que soy buena para escuchar a los demás y dar consejos... consejos que no suelo aplicarme a mí misma. "Consejos vendo, y para mí no tengo".
49.-Soy creyente, pero creo más en la filosofía predicada por Jesús que en la Iglesia como institución, y estoy a favor del movimiento 15-M, aunque muchos lo tachen de utópico e inútil.
50.- Todo esto que escrito no es por casualidad. No me canso de aprender cosas nuevas y de reconocer mis errores. Me gusta luchar por lo que quiero, y creo que el esfuerzo es la clave del éxito.







viernes, 7 de octubre de 2011

Los chicos de Donosti

"Llega tarde el 28 y nerviosa, miro el reloj.
 La lluvia conmigo empieza un día

de pleno sol..."

Estrofas como la anterior se repetían en la radio con cierta frecuencia, y no era para menos. Era el año 1999, y una niña de cinco años cantaba a pleno pulmón en la cocina las canciones de "La Oreja de Van Gogh": "Cuídate", "El 28", "Vestido azul", "Dile al sol"... Sus letras envolventes y la música de aquel grupo la transportaban a un estado de alegría que la llevaba a comenzar a cantar sin importarle las circunstancias en las que se encontrara: en el bus de camino a casa, en una tienda, de viaje -camino a su pueblo-, o dibujando en la mesa de la cocina.



Pasó el tiempo, y la niña creció con aquella alegoría -ideada por ella, a modo de tributo a su grupo favorito- de la chica de la estación del 28, que rompía su vestido azul y le decía al sol que la hiciera volar, que esperaba un ramo de rosas puntualmente cada viernes y que no le tenía miedo al fuego eterno (tampoco a sus cuentos amargos, por supuesto). Verdaderamente, la niña admiraba a "La Oreja de Van Gogh". Coleccionaba sus pósters y los colocaba debajo del cristal de su mesa de estudio para que su grupo favorito "la animara" a hacer sus deberes. Escribía las letras de sus canciones en un cuaderno, y saturaba el buscador de Youtube de antiguas maquetas de los chicos de Donosti que gustosamente incorporaba a su repertorio "orejero". Leía incansablemente en diversas páginas la historia del grupo: cómo se conocieron, los inicios de los "Sin nombre", la llegada de Amaia Montero y el éxito inesperado de los años posteriores. Todo lo relacionado con el grupo le llamaba inmensamente la atención.



Tiempo después, las letras de "Rosas", "Puedes contar conmigo" o "Deseos de cosas imposibles" comenzaron a cobrar un significado que iba más allá del indescriptible placer que la chica experimentaba al escuchar la "poesía musical" de la Oreja. Aquellas canciones -entre otras muchas- la acompañaron durante algunas noches en las que ella, buscando consuelo tras un prematuro desengaño amoroso, encendía el mp4 y se reencontraba con los cinco, aquellos cinco que valiéndose de un teclado, una guitarra, un bajo, una batería, una buena voz y mucho sentimiento velaban sus sueños y le hacían sentirse mejor.




Una mañana (parecida a aquélla del 99), la muchacha encendió la radio y recibió con tristeza la noticia de que la vocalista del grupo había decidido iniciar su camino en solitario. Extrañada, entró en diversos foros para verificar la noticia. Sí, era cierto. Ella se iba con la música a otra parte, dejando en la memoria musical de muchísimas personas un recuerdo imborrable. Se llevaba con ella  aquella voz tan particular que tanto le gustaba a Mar, y no había más que hacer. La chica temió por el futuro del grupo; pensó que con la salida de Amaia todo terminaría.


 Sin embargo, "La Oreja de Van Gogh" volvió a resurgir de sus cenizas, y lo hizo con más fuerza que nunca. Era el verano del 2008, y una joven de pelo claro y mirada arrebatadora cantaba en su presentación como nueva vocalista del grupo acompañada por un emocionado Xabi. Se llamaba Leire, -la princesa Leire-, y tenía una voz increíble. Cantaba con dulzura, imprimiendo una fuerza desbordante a las letras de sus nuevos compañeros. Con el tiempo, supo hacerse con el cariño de los seguidores del grupo y aprendió a defender con todos los honores sus antiguas canciones. Del mismo modo, Leire supuso el inicio de la nueva etapa de "La Oreja de Van Gogh"; una etapa en la que el grupo estaba dispuesto a mejorar y a introducir progresivamente innovaciones que quizás no serían del agrado de todos. Sin embargo, fueron valientes y, contra todo pronóstico, nos citaron a las cinco en el Astoria y volvieron a hacernos soñar como sólo ellos saben hacerlo. Mar estaba encantada: los chicos habían vuelto. Había Oreja para rato.



Poco después, anunciaron orgullosos la presentación de su nuevo disco recopilatorio. Visitamos su casa a la izquierda del tiempo, y nuestros corazones aprendieron a estar tranquilos. Los clásicos del grupo volvían con un toque romántico, acompañados por la orquesta de Bratislava y con la magnífica voz de Leire. Mar no pudo contener las lágrimas al escuchar las nuevas versiones de "Deseos de cosas imposibles" y "La Playa", su canción favorita, aquella que tanto significaba para ella. Recibió el disco en la mañana de Reyes del 2010. Era su único regalo, y le hizo más ilusión que cualquier otra cosa en el mundo.



Tras la gira y un largo periodo de ausencia, el grupo "twitteó" noticias bastante reveladoras: pronto grabarían un nuevo disco. Mar lo esperaba con impaciencia, como siempre había hecho. Lo esperaba con tanta ilusión como aquel recopilatorio de Grandes Éxitos que encontró casualmente una tarde en Carrefour. Por fín los chicos regresarían, y ello la hacía feliz. De hecho, era una de las pocas cosas que la hacían feliz. Estaba pasando por un momento personal bastante delicado, y sus canciones eran de las pocas cosas que la hacían sonreír.


Sábado, 16 de julio del 2011. Sí, era el día esperado. Mar se levantó, pero no estaba contenta pese a ser el día elegido para la presentación del nuevo single del grupo. Su abuela estaba en el hospital. Además, era el cumpleaños de su padre, que estaba cuidándola y no podría celebrarlo con su familia. Sin embargo, Mar encendió la radio, y justo en ese momento, la voz de Leire dio inicio a la reproducción del single en los 40 principales. Mar lloró. Se sentía un poco tonta, pero lo hizo. De hecho, se sintió como aquella niña llorona de la canción que tenía la estrella Polar a sus pies. Twitteó al grupo para felicitarles por el éxito que estaba generando el single sin esperanzas de ser respondida. Salió de casa, y al volver, se encontró con un mensaje de ellos que la llenó de esperanza en un día tan triste para ella. Un gesto tan sencillo con aquél consiguió dibujar una sonrisa en su cara.



Y ahora, -octubre del 2011-, Mar no tiene el nuevo disco en sus manos (Cometas por el cielo) porque la economía familiar no admite hoy por hoy ni una pequeña excepción, pero el amigo Spotify se ha encargado de presentarle las nuevas creaciones de su grupo favorito mientras los Reyes Magos barajan la posibilidad de regalarle el CD de una vez por todas. Mar ha vuelto a llorar, a reír y a soñar, y sólo tiene una palabra para acoger tantos sentimientos encontrados: gracias.

Y esa chica, Mar, -que por si no se habían dado cuenta no es otra que una servidora-, seguirá siendo fiel a su grupo pase lo que pase. Sabe que son chicos auténticos a los que no se les ha subido la fama; que se mantienen con los pies en la tierra y les gusta sentirse cercanos a sus fans. No pretendo mitificarles, -y miren que me cuesta evaluar sus canciones de forma objetiva-, pero tengo muchos motivos para creer que conforman uno de los mejores grupos del panorama musical español. 



"La Oreja de Van Gogh" es capaz de erizarte la piel con un alarde de energía instalada a escondidas entre verso y verso, pero también puede conseguir que una lágrima perezosa se atreva a empaparte la cara. Sabe hacerte reflexionar sobre temas muy delicados, porque tiene la habilidad de tratar con  profundo respeto asuntos de plena actualidad que a muchos les duele recordar. Y, sobre todo, La Oreja de Van Gogh sabe hacerte soñar con un mundo mejor, con un paseo por Manhattan, con el reencuentro de una pareja de enamorados en una playa e incluso con la mismísima Bruja Avería. "La Oreja" sabe hablar de ilusiones, de noches en vela y  de amores dormidos.

Y es que, mientras quede por decir una palabra, yo mantendré la esperanza debida de poder tomarnos aquel café que espero a veces... sin entender por qué. 

Gracias, "Oreja". Gracias por todo.



sábado, 1 de octubre de 2011

"Un reflejo de tí..."



Mientras quede algún secreto entre nosotros,
mientras quede algún beso antes de ir a dormir,
mientras tengas dos cepillos en el vaso, 
compañero, queda mucho por vivir.


LOVG (Mientras quede por decir una palabra)

Susurros

Recomponer los pedazos rotos de una vida lineal no es fácil. Se me da genial el dramatismo, y no soporto las esperas. El disco rayado llegará a romperse, y cuando todo acabe "y el silencio hable", las ramas de los árboles volverán a agitarse con el viento, señal inequívoca de que toda materia viva necesita un aliciente para seguir adelante. Yo aún estoy buscando el mío, pero mientras lo encuentro y no lo encuentro, me dedico a "romper versos" e incumplir promesas que me hice a mi misma; fantasía y desvelos me arrullan cada noche.


La mariposa



Cuando Ana era pequeña, su madre le leía un cuento cada noche antes de dormir. La pequeña la escuchaba atentamente, sin inmutarse, hasta que el sueño la vencía. Una noche, la madre le contó un cuento diferente; narraba la historia de una princesa encerrada en un castillo cuya única ocupación era observar las mariposas que en los días de primavera volaban presurosas hasta su torre. La princesa dejaba que se posaran sobre sus dedos, contemplaba sus bellos colores y luego las dejaba marchar. Por cada mariposa que la visitaba, ella pedía un deseo. Luego, les encargaba a cada una de ellas que volaran alto, muy alto, para que con su volar incesante esparcieran sus ilusiones allá donde ella no podía ir. Durante el invierno, mientras la princesa esperaba la llegada de la primavera, se dedicaba a pintar lienzos en los que plasmaba vibrantes colores, aquellos colores que había visto en las mariposas. Tan sólo deseaba poder salir de su encierro y ser libre para siempre. Sin embargo, el día de su liberación no estaba cerca. El reino, influenciado por la perfidia de una vieja hechicera, creía que la princesa estaba maldita y les traería desgracias a todos cuantos la rodeaban, de ahí que la encerraran en aquel lugar a los pocos días de nacer, recibendo únicamente las atenciones de una doncella.

La princesa creció, y continuó sus habituales encuentros con las mariposas. Una noche, cansada de esperar una liberación que nunca llegaba, decidió trepar por la torre y escapar. Descendió por el muro y, con cierta torpeza, llegó a la parte inferior del lugar donde tantos años estuvo presa. Comenzó a correr hasta llegar a un arroyo, pero los guardias reales no tardaron en alcanzarla y devolverla a la torre. La princesa no quería seguir viviendo; todos sus intentos de huída eran en vano. Jamás podría alcanzar la libertad con la que tanto soñaba. Comenzó a llorar amargamente, y tan desgarrador fue su llanto, que se desvaneció sobre el marmóreo suelo del torreón. 

A la mañana siguiente, la doncella fue a atenderla como de costumbre, pero no la halló en sus aposentos. Rápidamente, abrió la ventana, y justo antes de alertar a los guardias, sintió un leve cosquilleo sobre su mano derecha. Una bellísima mariposa de vivos colores se había posado sobre ella. La doncella alzó la mano y la dejó escapar. La mariposa volaba, libre al fín, mientras miles de mariposas más la acompañaban. Sabían que el encierro había llegado a su fin, que la princesa era libre, y que a partir de ese mismo instante, podría volar libremente sin que nadie se lo impidiera nunca más.

Ana quedó tan maravillada con el cuento de su madre, que a la mañana siguiente se decidió a escribirlo en su cuaderno para no olvidarlo jamás. Y, desde entonces, cada vez que se sentía triste, recordaba a aquella mariposa que quizás, a pesar de los siglos, seguía revoloteando por las praderas y lagunas, libre al fín.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Huída


Prefiero huír antes de que el amargo sabor de tu recuerdo me persiga. No me busques, es inútil. Ya quemé demasiadas promesas y la lluvia, más que mojarme, me quema.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Recapitulando


Podría escribir miles de cosas en este momento. Podría describir minuciosamente cómo han sido los últimos cinco años de mi vida, curso a curso, desde que todo comenzó un quince de septiembre como cualquier otro. Podría relatar mis experiencias, mis fracasos y mis éxitos, mis alegrías y mis penas. Incluso podría confesar mis más íntimos pensamientos, aquellas cosas que en su día callé y guardé sólo para mí. Pero no lo haré.

La andadura ha sido dificultosa hasta extremos insospechados. Me he visto obligada a hacerle frente a situaciones que nunca imaginé vivir. He cumplido mis objetivos en muchas ocasiones, pero también he cometido errores en muchas otras. Y, a pesar de la gravedad de mis faltas, si alguien me diera la oportunidad de borrarlas para siempre como si nunca hubieran existido, me negaría a hacerlo. Soy quien soy gracias a mis experiencias, gracias a las lecciones que he obtenido de todas y cada una de ellas.  Y también soy quien soy gracias a las personas que han confiado en mí, que si bien no han sido muchas, me han apoyado en bastantes ocasiones. Es por esas personas que sigo adelante, que no he tirado la toalla en momentos en los que me sentía completamente abatida.

También ha habido momentos de soledad. Demasiados, diría yo. Momentos de incertidumbre, de tristeza y resentimiento. Momentos en los que me miraba al espejo y no me reconocía a mí misma. Veía reflejado en él a una joven altanera y antipática que estaba dispuesta a defenderse de todo y de todos. Tuve que cambiar a la fuerza. No me quedó otra, de ello estoy segura. Sin embargo, en el fondo nunca he dejado de ser yo misma. Siempre me he mantenido fiel a mis ideales, y he peleado a más no poder por alcanzar mis objetivos.

Han sido cinco años difíciles, pero no los cambio por nada del mundo. He aprendido miles de cosas. Sí, es cierto; en ocasiones las lecciones han sido demasiadas duras… y mi aprendizaje ha sido costoso y sufrido. Pero así soy yo, no lo puedo remediar. Quiero seguir luchando por aquello en lo que creo, porque ahora no me pienso rendir. Han sido tiempos difíciles, pero no voy a desistir ahora. Sólo espero que la diosa fortuna reparta algo de esa suerte de la que muchos se valen para seguir adelante con sus vidas, y que la fuerza me acompañe, como decía aquél de Star Wars. Al fin y al cabo, yo también he vivido mi particular Guerra de las Galaxias.

Mañana todo comenzará de nuevo, y yo voy a seguir. Me he caído mil veces, pero siempre me he levantado. Este curso pondré todo de mi parte para que no sea una excepción. “La noche es siempre más oscura justo antes del amanecer”, y yo quiero vislumbrar de una vez por todas esa alborada que me prometieron.



Empiezo a entender



 Sólo quiero que seas feliz.

Se acabó

Una vez jugué con fuego y me quemé. Volé alto y me caí. Soñé, y me dí de bruces con la realidad.

Ya no más.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Dónde vas...?



Quizás una de las canciones más especiales para mí. Su letra es triste, pero no deja de confortarme cuando no estoy bien.

Una vez, solamente una vez, ya lo ves
Y no fueron mis pies
Que fueron mis manos las que se enredaron una vez.
Solamente una vez
Y por más que lo pienso siempre noto el peso.
Volvería a caer, volvería a saber
Que aunque tú me pierdas
Yo siempre me encuentro contigo.
Cuando vienes vas, cuando vas no estás
Y yo vivo enganchá a los pasos que das.
Yo no quise correr, solamente una vez
Me mandaron los pies.
[estribillo]
¿Dónde vas tan solo y tan tarde?
Que no te acuerdas de nadie
Cuando va cerrao, solito por la calle
¿Dónde vas? ¿Dónde vas?
Una vez, solamente una vez, ya lo ves
Una vez te perdí, una vez te seguí
Una vez, y dos, y tres
Una vez me enamoré del lado oscuro
De lo más chungo
Di tantas vueltas
Que perdí el rumbo.
[estribillo]
¿Dónde vas tan sola y tan tarde?
Que olvidé los detalles
Porque voy cerrá, solita por la calle.
Solita por la calle, por la calle desidia
Que es dónde se pierden los niñas que van de excursión.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Miedo.



Un día creí que los sueños pueden hacerse realidad. Hoy, años después, más incrédula pero no por ello menos ilusionada, sólo creo en el esfuerzo como única vía para poder alcanzarlos. Tengo miedo, pero ello no me paralizará. Nunca lo ha hecho.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Recorriendo lugares prohibidos

Vete, vete donde el corazón te lleve y atraviesa las fronteras del tiempo. Recoge hojas secas que un día vientos de libertad te trajeron, y salta sobre los charcos de tu mente haciendo salpicar la costumbre de hacer siempre lo mismo. Dibuja soles espléndidos con un pincel de esperanza, y haz que sus colores intrépidos se  diluyan en las aguas de los océanos más cristalinos. Navega por mares en calma y lánzate al mar en las más feroces tempestades. Cruza mil semáforos en rojo y guarda cada atardecer en tu retina como un preciado tesoro. Y si algún día deseas regresar, sólo da la vuelta y emprende el viaje de regreso, pero nunca te arrepientas de haber vivido tu vida.




viernes, 2 de septiembre de 2011

Yo quiero vivir del aire

A menudo -sobre todo cuando tienes diecisiete años y vas a pasar a Segundo de Bachillerato-, la gente suele preguntarte qué piensas estudiar. Y ojo, porque en situaciones así nos encontramos ante una pregunta inocente de difícil respuesta. Unas veces nos preguntan por interés, otrás por educación, y otras muchas por tratarse del tema más recurrente para entablar conversación con un adolescente.

 Lo cierto es que, al menos en mi caso, muchas veces no sabes qué responder cuando te formulan esta pregunta, y no será porque no hayas pensado en ello. De hecho, este tema me trae de cabeza desde hace bastante tiempo. No sé qué quiero hacer con mi vida. ¿Por qué nos vemos obligados a escoger un camino, una sola opción para comenzar a construir nuestro futuro? Me gustan los idiomas, me encanta leer y escribir, me apasiona la historia, disfruto ayudando a los demás... sí, puede que haya alguna carrera de acuerdo a este perfil. O quizás no exista. O qué sé yo.

Cansada de visitar una y otra vez páginas web de orientación de diversas universidades, me dispuse a tomarme las cosas con calma y esperar a que el tiempo decidiera. Esperaba que la carrera de mis sueños apareciera ante mí de un momento a otro, pero no ha sido así. ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿A qué me voy a dedicar? ¿Terminaré desempeñando un trabajo triste y aburrido? ¿Caeré en la rutina? ¿Me arrepentiré de mis decisiones pasadas...? Son tantas las preguntas que a veces prefiero aparcar el tema y esperar el devenir de los acontecimientos.

Consejos me han dado muchos. "Todavía es pronto para pensar en ello". "Debes hacer lo que realmente te guste". "No te agobies con este tema". Y mi favorito: "piensa en que también debe tener salida profesional..."
Me cansan todos ellos. Sé que me los dan con las mejores intenciones, y de veras que los agradezco... pero continuo confusa, ofuscada y hasta las narices de Bolonia, de PAU, de notas de corte, de salidas profesionales, de posibles oposiciones, de nivel de idiomas y de la madre que los parió a todos.

¿Por qué no nos centramos realmente en averiguar qué es lo que realmente queremos hacer sin que todos estos factores sean tan determinantes? Sí, ya sé que soy una soñadora. A veces creo que "lo flipo" demasiado, como dicen muchos. Y pienso estas cosas especialmente cuando hago comentarios del tipo "el sueldo no es lo que me interesa realmente, lo que quiero es ser feliz con mi trabajo, hacer algo que ayude a los demás, que sea digno de recordar...". Y entonces, siempre hay alguien que me mira de reojo, profiere una media sonrisa bastante irónica y me dice con cierto desdén: "¿y entonces de qué vas a vivir? ¿del aire...?".

 Sí, yo quiero vivir del aire. Soy una revolucionaria de mi tiempo. Me importan un carajo los sueldos y el qué dirán. Yo quiero vivir del aire, pero no de un aire cualquiera, sino de un aire que me motive para levantarme cada mañana y hacer lo que realmente me gusta. Un pensamiento muy utópico, ya lo sé. Siempre habrá una lista de la compra y varias facturas que me devolverán a la realidad. Y entonces, puede que me sorprenda a mi misma releyendo estas palabras, arrepentida por no haber hecho lo que yo realmente quería hacer, aquello con lo que yo soñaba. Y entonces, sólo entonces, puede que yo también profiera una media sonrisa irónica al terminar de leer esta frase.


miércoles, 31 de agosto de 2011

Siempre la misma historia

Qué ganas de usar ropa de abrigo, de dormir entre mantas de franela calentitas, de pasar las tardes de lluvia en casa, de tomar chocolate caliente, de dormir en el sofá al calor de la estufa...

 Pero, por otro lado, qué pocas ganas de volver a la rutina, de ver el cielo nublado, de sentir frío a todas horas, de usar paraguas de vez en cuando, de usar botas y pantalones de pana, de ponerse dos jerseys bajo el abrigo, de ver mi piel blanca en el espejo, de desear que pase pronto, que llegue el ansiado verano y las olas vuelvan a saludarme.

Todos los años igual.






sábado, 27 de agosto de 2011

Pequeños momentos

Después de hacer frente a tantos problemas, aprendes a valorar los buenos momentos como si de preciados tesoros se tratara. Disfrutar el momento, olvidar todas las preocupaciones e intentar ser feliz... y lo demás, que espere.


martes, 23 de agosto de 2011

Mi Paraíso


No hace falta ir muy lejos para llegar al Paraíso. Yo he encontrado el mío propio, donde he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida, y no lo cambio por nada. 

Las aguas profundas, el terreno pedregoso, el sol poniéndose, varias gaviotas y las risas de unos cuantos niños que juegan en la orilla. La Oreja en el mp4 y los pies cubiertos de arena, el sabor del Nestea bajando por mi garganta y el cuerpo salado. Así, aislada de la urbe y envuelta en la brisa marina, soy feliz.

Libertad

"Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?"
                                           Arturo Graf

Desvaríos


A veces, la necesidad de escapar nos lleva a cometer actos incoherentes. Yo me conformo con algún que otro momento de felicidad, y que el futuro no me pille desprevenida. Las olas me susurran, me acarician. Unas veces me engañan (son demasiado fantasiosas), otras me animan a seguir. 

Que me dan ganas de escribir cosas extrañas,
eso es lo que me pasa.
Mi cabeza busca las palabras adecuadas,
 y no encuentra nada.
Me aturde esta sensación de desconocimiento,
 de apatía…
 ¿Dónde os escondéis? Sé que estáis ahí…
sé que tan solo no queréis aparecer.
Resurgid de las cenizas, haced acto de presencia.
No os evaporéis por la apatía y el cinismo de todo cuanto os rodea.
 ¡Me hacéis tanta falta!
Mis manos se despojan de lo material
y buscan sin resultado un ápice de lo divino.
Mis gélidos dedos tiemblan sobre el papel,
confusos,  inciertos.
Nada, nada es eterno…
¡Lo eterno no tiene sentido!
Aunque estos pensamientos me hagan perder la cordura
y me atreva a hacer una melodía con mis latidos…
todo es efímero,
todo es frágil cristal con apariencia de acero,
todo es nada
si yo no te escribo.

lunes, 22 de agosto de 2011

Ana

Existen pocos testimonios más escalofriantes y fieles a la realidad que el de Ana Frank. La emoción me embargaba conforme iba leyendo su diario. ¡Su diario! ¿No resulta increíble poder leer una obra tan valiosa que aquella muchacha de 15 años escribió durante su largo cautiverio? La emoción me embargaba al leer cada párrafo, al compartir con la propia Ana sus temores e incertidumbres, sus más íntimos pensamientos, su primer amor, sus deseos...



Ana soñaba con convertirse en una escritora de prestigio. Estoy completamente segura de que si  su vida no hubiera terminado a esa edad tan temprana, hubiera sido una de las mejores escritoras del planeta. Y de hecho, creo que lo logró. La obra que nos legó es mucho más que un simple cuaderno en el que una chiquilla expresaba todo aquello que no podía decir libremente. Es el fiel testimonio de una persona inteligente y luchadora que nunca se rindió  a pesar de las circunstancias tan difíciles en las que se encontraba. Es admirable.

A duras penas intenté contener las lágrimas al leer su última carta, pero mis esfuerzos fueron en vano. No pude contener la emoción al despedirme de ella, me costaba asimilar que alguien tan especial, tan lleno de vida como Ana, hubiera acabado de aquella manera. Tuvo que pagar el precio de la guerra y ser una víctima más de uno de los acontecimientos más aberrantes de la historia de la humanidad  por el simple hecho de pertenecer al pueblo judío.



Ana era noble, sensible e inteligente, pero también despierta y alegre. Ella misma contaba en su diario que muchas veces tenía que enfrentarse a sus dos personalidades: la Ana tranquila y racional, que salía a la luz en sus momentos de soledad, y la Ana alegre y vivaracha que todos conocían. En cualquier caso, demostró fuerza y coraje aún cuando el miedo se apoderaba de ella. Era alguien grande de espíritu, un verdadero ejemplo a seguir.

Ana murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen en 1945. Su diario y el recuerdo que ha dejado y dejará para la humanidad jamás morirán.





domingo, 21 de agosto de 2011

Esa democracia que nos vendieron


Debido al panorama tan sumamente caótico que tenemos en España en el plano político, social y económico, no es de extrañar que un grupo (bastante numeroso, por cierto) de ciudadanos se echara a las calles para reivindicar sus derechos y poner la primera piedra para construir una democracia real hace pocos meses. Eran jóvenes en su mayoría, preocupados por su futuro laboral, pero había gente de todas las edades. Practicamente todas las ciudades españolas se sumaron a esta protesta. Las manifestaciones se sucedieron una tras otra, y por primera vez en mucho tiempo, los españoles despertaron de su letargo y comenzaron a luchar por el reconocimiento de sus derechos, derechos que han sido vulnerados en muchos casos debido a la la ceguera de algunos y a la estupidez de muchos. 

Los medios de comunicación dieron una imagen distorsionada de este movimiento. Mostraron un ambiente muy diferente al que realmente existía en la Puerta del Sol y en los puntos más emblemáticos de ciertas ciudades donde los "Indignados" estaban congregados. Muchos llegaron a creer que se trataba de grupos de "hippies-perroflautas" sin oficio ni beneficio, que se reunían para protestar sin más, "infestando" las calles y dando una mala imagen a los paseantes. Y ese, no es ni de lejos el verdadero espíritu del 15-M.



Para alcanzar una democracia real todavía nos queda un camino muy largo por recorrer. En este país hace falta más concienciación social y menos amparo en nuestros gobernantes. Es el pueblo el que debe decidir, el que tiene derecho a proponer un modo de vida justo e igualitario. Veo a señores enriqueciéndose a costa de los demás y a familias en paro, haciendo verdaderos malabares para llegar a final de mes. Esta no es la democracia en la que yo creo, la democracia que yo quisiera para mí y para las futuras generaciones. Esta es una falsa democracia en la que se aplica la ley del más fuerte, en la que no existe ningún tipo de compasión por parte de los altos cargos mientras los más desfavorecidos sufren las consecuencias de su avaricia.


El 15-M no pretende cambiar el mundo, ni mucho menos. Pretende que los ciudadanos tomen parte en la política de este país. Pero que se trate de una política real, no de este teatro en el que se ha convertido este país, en el que los ciudadanos de clase media-baja actúan como marionetas mientras los gobernantes mueven sus hilos a su antojo.

Queda mucho por hacer, es cierto. No hemos aprendido de nuestra historia, y por ello, estamos condenados a repetirla. El poder económico se impone lentamente al político, porque el ciudadano de a pie tiene miedo. Y es precisamente ese miedo el que le llevará a confiar en un Gobierno fraudulento que promete grandes reformas y que, finalmente, nos dejará en la estacada.

Quizás he sido demasiado audaz al escribir estas palabras, pero es lo que creo y lo que siento. No soporto ver desigualdades a mi alrededor. No quiero este futuro ni para mí ni para nadie. Cambiar esta situación es cosa de todos, no de unos pocos. Es una tarea común.




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@democraciareal