“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

lunes, 22 de abril de 2013

Mi vida literaria: los libros que me han marcado

Se acerca el 23 de abril, día grande de las letras o popularmente conocido como "Día del Libro", y por eso se me ha ocurrido recopilar algunos de los títulos que en su día me marcaron. Tengo que confesar que nunca he sido una gran lectora, de esas que devoran libros de trescientas páginas en pocos días, aunque me encanta leer. ¿Que a qué se debe esta contradicción? Pienso que soy demasiado exigente, pues si un libro no me "atrapa" antes de haberme leído la tercera parte, suelo dejarlo. Nunca he seguido grandes sagas o best sellers como Harry Potter, Memorias de Idhún, etc. Confieso que los libros de fantasía nunca me han llamado la atención, aunque sé que los dos ejemplos que he puesto son de lo mejorcito que hay dentro de ese género. Sin embargo, cada libro tiene una personalidad, una esencia única e incomparable que el autor deja impresa en cada una de sus páginas, y es eso precisamente lo que hace de cada título una pequeña joyita de valor incalculable. Del mismo modo que existen libros que no nos llaman demasiado la atención y cuya lectura abandonamos por aburrimiento, también existen otras obras capaces de suscitarnos emociones tan diferentes como la risa, el llanto o la nostalgia. Si al acabar un libro sientes melancolía, cierta tristeza porque se acabó esa aventura que tantos momentos inolvidables te hizo pasar, amigo mío, estás ante una de esas piezas literarias que habrás de recordar por siempre.



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Si hago un breve repaso a mi vida como lectora, esto es lo que encuentro:

De pequeña, comencé a aficionarme a la lectura con los libros de la serie "Barco de Vapor", altamente recomendable para niños de hasta doce años. Las lecturas están clasificadas por edades, siendo los colores blanco, azul, naranja y rojo los principales distintivos. ¡Pasar de una lectura "azul" a una "naranja" era todo un logro! Y ni que decir tiene que al llegar al color rojo te podías considerar una chica mayor. Los títulos que recuerdo con más cariño son "La Cenicienta rebelde", "Abuelita Opalina", "Caramelos de Menta", "¡Casi medio año!", "Pirulí", "Maxi y la banda de los tiburones", "Querida Susi, Querido Paul", "La canción de Amina", y, sobre todo, "La Fábrica de Nubes", mi favorito. Recuerdo incluso que la gente de la editorial se puso en contacto con mi colegio y nos hicieron un par de libros en los que los protagonistas éramos todos los de la clase. Realmente recomiendo esta colección si tenéis primos, sobrinos o niños pequeños cerca, porque son bastante asequibles y tiene lecturas de gran calidad.

Sin embargo, mi gran aventura lectora vino de la mano del ya famoso héroe de Carabanchel, "Manolito Gafotas", ese niño avispado y elocuente, a la vez que tierno y sensible, creado por Elvira Lindo. Confieso que me ha hecho vivir momentos inolvidables, porque realmente me sentía identificada con muchas de las historias que él mismo narraba en primera persona. Jamás olvidaré ese "¡Cómo Molo!" que leí mil veces en un mismo verano, o las miles de aventuras de "El imbécil y yo", "Manolito on the road", "Los trapos sucios", "Pobre Manolito" y "Manolito tiene un secreto". La autora, después de un parón de unos diez años, sacó el último título de la colección en noviembre, "Mejor Manolo", y estoy deseando leerlo.



Pese a no ser una gran aficionada al género de la fantasía, como he comentado anteriormente, "El valle de los lobos", de Laura Gallego García, me encantó. Hay varios títulos más dentro de la colección que merecen la pena y que han encandilado a varias generaciones de lectores. "El valle de los lobos" es simplemente mágico; me encantó.



"Dorilda", de Carmen Posadas, me hizo vivir las aventuras de un chico que ha de ayudar al espíritu de una dama medieval a encontrar un objeto perdido. Entre situaciones disparatadas y grandes dosis de humor, la autora recrea una atmósfera única que dejará al lector con muy buen sabor de boca.



"Caperucita en Manhattan", de Carmen Martín Gaite, es uno de los libros que recuerdo con más cariño. Esa caperucita moderna, llena de ilusión y coraje, vive una historia apasionante en la Gran Manzana, apta tanto para adultos como para niños. Leedla siempre que tengáis ocasión.



Llegó la pubertad, y con ella, los libros para adolescentes. "El chico equivocado" y "El diario de Marga y Coco" fueron dos títulos de una serie juvenil para chicas que, sin ser muy conocidos, lograron sacarme más de una sonrisa y demostrarme que iban más allá de las novelas rosas para jovencitas soñadoras. Tiernos, emotivos e inolvidables.


Llegados a este punto, habré de responder a la pregunta del millón. ¿Llegué a leer algún libro de "Crepúsculo"? Lamentándolo mucho, la respuesta es sí, pero fue más por aburrimiento que por otra cosa. Me regalaron el primer libro y le día una oportunidad durante el verano del 2008 (es en verano cuando más suelo leer). No me gustó demasiado y a duras penas conseguí terminarlo. Sin embargo, me regalaron la segunda parte. Le dí una oportunidad a regañadientes, pero lo tuve que dejar a la mitad porque no me convencía en absoluto. Lo siento mucho, pero los vampiros relucientes y los hombres-lobo enamorados no son lo mío.

"El Príncipe de la Niebla", de Carlos Ruíz Zafón, simplemente me apasionó. Corto, pero intenso. Inquietante, intrigante, mágico, sorprendente. Tenéis que leerlo.



Y aquí, llegamos al capítulo "Moccia". No sé si habréis oído hablar de Ferderico Moccia, autor de "Tres metros sobre el cielo" y "Tengo ganas de tí". Pues bien, en el verano del 2009, me acerqué un día a Picasso, la librería más grande de mi ciudad, y decidí comprarme "Perdona si te llamo amor" en edición de bolsillo. No estaba muy convencida de que esa lectura llegara a agradarme porque nunca había leído nada por el estilo, pero lo cierto es que lo terminé en pocos días, y me encantó. Era un libro rosa, sí, pero también fresco, original, sorprendente. Una historia de amor inusual, divertida, ambientada en los escenarios de la bella Roma, magníficamente descrita punto por punto por el propio Moccia. Sin embargo, segundas partes no siempre fueron buenas, y "Perdona pero quiero casarme contigo" me pareció predecible, insulso, comercial y decepcionante. "Tres metros sobre el cielo" no llegó a gustarme tanto como la otra serie, "Perdona si te llamo amor", pero igualmente me encandiló, al igual que la segunda parte, "Tengo ganas de tí". Sin embargo, el estilo original y fresco del Moccia de los inicios ha dado paso a los tintes comerciales y a las historias banales escritas para jovencitas sofocadas, y ese no es mi rollo. No he leído "Carolina se enamora" ni tengo intención de hacerlo; me quedo con los primeros libros de Moccia, más personales y cercanos al lector.



Más tarde, decidí darle una oportunidad al "Diario de Ana Frank", un relato escalofriante y conmovedor, imprescindible para cualquier lector que se precie. También devoré "Beatriz y los cuerpos celestes", de Lucía Etxebarría, un universo literario que gira en torno a la sexualidad, los conflictos emocionales y el destino. Me gustó tanto, que decidí poner una de sus citas en la cabecera del blog, ya que lo abrí poco después de terminar el libro.



El verano pasado decidí leer "Criadas y Señoras", de Kathryn Stockett, una entrañable historia ambientada en los años 60 que narra la discriminación racial existente entre un grupo de señoras de la alta sociedad y sus empleadas del hogar, todas ellas de raza negra. Muy recomendable. "La casa de Riverton", de Kate Morton, también me cautivó por estar ambientado en los felices años veinte y ofrecer una completa descripción de escenarios rurales y urbanos, espacios  privados y vestuarios con todo lujo de detalles. Tengo pendiente "El jardín olvidado", de la misma autora, que ha tenido gran fama y promete ser bastante interesante. Sin embargo, no recomiendo en absoluto "Tara Road, una casa en Irlanda", de Maeve Binchy, pues me resultó del todo decepcionante. Esperaba una historia intrigante ambientada en la vieja Irlanda, y me encontré con una novela rosa, insulsa y totalmente desconcertante. 


"Nada", de Carmen Laforet, me parece un retrato de lo más acertado de la sociedad catalana de los años cincuenta. Recomendar, por supuesto, "El coronel no tiene quién le escriba", del gran Gabriel García Márquez, y "Pasión India", de Javier Moro, que esconde la frivolidad y el sueño convertido en pesadilla de la joven española convertida en princesa de Kapurthala.



No puedo dejar de mencionar "Voces que susurran", de John Connolly, cuya reseña tenéis aquí. Fue el libro del que hice mi primer trabajo universitario, y aunque no llegó a convencerme plenamente, sí me interesó bastante por su amplia temática.



¿Qué estoy leyendo ahora?

Estoy leyendo "Eres mi vida, eres mi muerte", de María de la Pau Janer. Llevo pocas páginas porque apenas he tenido mucho tiempo (y entusiasmo) para leer. Tengo que reconocer que últimamente estoy en época de sequía literaria y pocos libros me convencen realmente. No sé si seré demasiado exigente, o si no encuentro los títulos que realmente me puedan satisfacer. En cualquier caso, a este le voy a dar una oportunidad, porque tiene buena pinta. Espero no equivocarme.

¿Qué me gustaría leer? Mi lista de pendientes:

  • "El temor del hombre sabio", de Patrick Rothfuss
  • "La princesa de hielo", de Camila Läckberg
  • "La Catedral del Mar", de Ildefonso Falcones
  • "El jardín olvidado", de Kate Morton
  • "Lo que me queda por vivir", de Elvira Lindo
  • "Mejor Manolo", de Elvira Lindo
  • "Últimas tardes con Teresa", de Juan Marsé
  • "La soledad de los números primos", de Paolo Giordano
  • "El tiempo entre costuras", de María Dueñas
  • "Marina" y "El juego del Ángel", de Carlos Ruíz Zafón
¿Qué no recomendaría leer?

Detesto juzgar un libro sin haberlo leído, ya sabéis, "no hay que juzgar un libro por su portada". Sin embargo, los best-sellers tipo "Cincuenta sombras de Grey" me parecen literatura barata, convencional y, sobre todo, comercial a más no poder. Su prosa es vulgar, presa fácil para lectores inexpertos y fáciles de "atrapar". Siento si a alguien le ofende mi opinión, pero siento pesar al ver cómo se vacían las estanterías que albergan esta clase de ejemplares mientras un montón de obras magníficas pasan indiferentes para muchas personas.

¿Mi momento del día preferido para leer?

La noche, sin lugar a dudas. Sobre todo, esas noches de verano en las que entra una ligera brisa por la ventana y sólo se oyen ciertas voces provenientes de la calle. Me encanta quedarme leyendo hasta muy tarde. También me encanta leer en la playa, es uno de esos pequeños placeres que no cambiaría por nada del mundo.

Y esto es todo. Os invito a responder a las  preguntas que he planteado para que podamos ampliar nuestros horizontes literarios y andar menos desencaminados a la hora de escoger una buena lectura. Espero que os haya gustado la entrada. ¡Un beso!

Mar