“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

miércoles, 12 de febrero de 2014

Julieta

Al primer amor.



Óyeme, Julieta.

Que nada sé ya de la tibieza de tu piel,
ni de la aspereza de tus labios.

Julieta misteriosa,
te perdiste entre mis años.
Por la playa medio divagas,
envuelta en recuerdos de ayer.

Te vieron por el puerto,
cabizbaja y mojada.
Niña torpe y desvalida,
si tropezaras,
¿quién te iría a recoger?

Julieta presurosa y tímida,
amor lejano y fantasioso,
eco de mi recuerdo tardío,
dulce maestra del querer.

No te pierdas por la ensenada,
que el helor hace mucho daño.
Mujer de paso firme y blanca tez...

¿Sabes, Julieta?

Anoche te vi en un sueño,
corriendo hacia la orilla,
gritándole a las gaviotas
todos los poemas
que no quisiste romper.

Y entonces,
desperté con tu voz cosida a la mía,
con la piel salada y reseca,
preso en las redes de tu cuerpo,
bañado en tu alma y tu ser.